Seguramente has oído hablar de la manteca de karité y de los numerosos beneficios que esta sustancia natural le aporta a la piel. Pero ¿sabes qué es y cuál es el origen de este producto cosmético? ¿Conoces todos sus beneficios? ¡Son numerosos!. 

Actualmente, la industria cosmética hace uso del karité para elaborar una gran variedad de productos para el cuidado de la piel como cremas, labiales, lociones y otros productos cosméticos. Cada vez hay más testimonios sobre las mejoras en el aspecto de la piel, son numerosos y reales, además que le otorgan a esta sustancia el valor que se merece. 

En este artículo vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre el karité, sus propiedades, beneficios y por qué debería incluirlo en tu rutina diaria de cuidado de la piel. 

¿Qué es el karité? 

El Karité es un árbol propio de la región de sabana del oeste de África que se considera sagrado y ofrece a las comunidades del lugar, numerosos beneficios. De él se obtiene grasa y flores comestibles, alimento para abejas y sombra para el ganado y la cosecha. Es resistente a termitas y al clima hostil. 

De este árbol se obtiene una semilla o nuez de color marrón cuyo núcleo interior puede ser procesado para obtener una mantequilla rica en vitaminas D, E y K, y es una buena fuente de calcio y potasio. Las grasas que esta mantequilla posee la asemejan al aceite de oliva y canola. 

Obtener esta mantequilla de la nuez del árbol de karité es un proceso extenso y laborioso. En primer lugar, se recolectan las frutas caídas que contienen estas nueces o semillas, se limpian las nueces y se cocinan para evitar que germinen, y se ponen a tostar al sol por unos 10 días. 

Estas nueces se quiebran de manera manual para obtener el núcleo, el cual se seca al sol nuevamente. Luego, se tritura el núcleo para obtener una pasta, la cual se hierve varias veces, a fin de refinarla y obtener un producto de buena calidad.  

La mantequilla de karité obtenida en este proceso se utiliza para elaborar chocolates, reemplazar la manteca de cacao y mejorar la textura de los caramelos. Pero gracias a sus beneficios cosméticos comprobados, el uso de la manteca de karité se ha diversificado y está siendo muy utilizada por la industria como humectante para la piel y el cabello. 

¿Sabías que toda la labor que se requiere para obtener la manteca de karité, es realizada en África por las mujeres del lugar?. La venta de esta manteca de alta calidad constituye para ellas una fuente digna de ingresos. 

¿Para qué sirve el karité? 

En áfrica el karité es utilizado por la industria alimentaria para preparar comidas tradicionales, chocolates y productos de confitería. Pero además, esta sustancia es exportada para fines cosméticos. 

Su gran contenido de vitamina E hace de la manteca de karité un excelente antioxidante que previene el envejecimiento celular, ya sea de la piel o el cabello. Es decir, que protege a los tejidos contra los signos propios del envejecimiento, como las arrugas en el cutis y la debilidad en el cabello. 

La vitamina A que contiene es imprescindible para la regeneración celular por medio de la producción de colágeno y elastina, las fibras que conforman el tejido conjuntivo de la piel. 

La vitamina K contenida en la manteca de karité, le aporta propiedades calmantes e hidratantes previniendo irritaciones y sequedad.

Esta manteca también contiene ácidos grasos esenciales que protegen, nutren e hidratan los tejidos tanto de la piel como del cabello.

Si tu tipo de piel es más bien mixta o grasa y tienes tendencia al acné, es necesario que sepas que la manteca de karité es un producto cosmético no comedogénico, es decir que no tapa los poros y es apto para su uso en pieles propensas al acné. 

En Orange&Cinnamon desarrollamos dos productos con manteca de karité para que obtengas los beneficios de este componente natural en todo tu cuerpo. 

Para aplicar sobre el rostro, el exfoliante facial  limpia, humecta y suaviza tu piel dejándola sedosa y firme. 

Para hidratar todo tu cuerpo, body milk hidratante  contiene manteca de karité junto a aceite de oliva y aceite de argán, una combinación potente y perfecta para humectar, rejuvenecer y proteger tu piel. 

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